La Seño Ana tenía que hacer para su niña Claudia un tambor para su nuevo cole y, ni corta ni perezosa, y como es buena discípula de Diogenes cogió una caja de galletas y creó este chulísimo tambor, un poco rosa de más para mi gusto, pero ella y su hija son así.
Por delante... (las manos de Claudia)
y por detrás.
¿Hay cosa más extremadamente rosa y "CUQUI"? JAJAJAJA
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